EL INESCRUTABLE MISTERIO DE LOS BANCOS (actualidad)


(Copyright Andrés Fornells)
Hubo un tiempo en que, aquejado de dos de los males más tontos entonces todavía arraigados en mí, como eran la inocencia y la credulidad, escuchaba las noticias que trasmitían los medios de comunicación y trataba de razonarlas. Esto fue hasta que me di cuenta de que no era posible para mí hacer tal cosa (me refiero a lo de razonar), pues mi capacidad de razonamiento no servía para comprender ciertos enigmas.
Y hoy, ya me han dado una noticia que me ha dejado patidifuso del todo: Un banco que se halla en la más absoluta ruina ha sido vendido por un euro. Al principio he lamentado no haber tenido la suerte de haber llegado yo, antes que nadie, con mi euro, y haberlo adquirido para mí. Pero luego me he enterado, más adelante, de que quien lo ha comprado por un euro va a tener que invertir en él siete mil millones de euros.
Esto ha liquidado ya cualquier átomo de entendimiento que todavía quedaba en mí. Y me he hecho algunas preguntas que seguramente no me responderá nadie: ¿Culparán a alguien de la ruina de ese banco? ¿Pagará alguien, de algún modo, por haber arruinado a ese banco? ¿Qué pasará con el dinero que la gente de la calle invirtió en ese banco? ¿Los no creyentes que han causado esa ruina se verán obligados a pagar por sus pecados o escaparán impunes?
Seguramente los que posiblemente podrían responder a todas esas preguntas jamás lo harán por considerar no es preciso hacerlo, pues quien las ha formulado solo puede ser un ignorante hombre proletario.
A lo mejor yo, pobre ignorante de mí, debería pedir perdón por mi ignorancia, a los que lo saben todo. Tendré que pensarlo.