LE LLAMABAN EL LOCO DE LA ESCOBA (MICRORRELATO)

  • BAILANDO
    Valentín Colinas vivía en una tercera planta. El salón de su pequeña vivienda no tenía cortinas. Cuando se hallaba en esta pieza, la gente podía, desde la calle, ver a veces lo que hacía. Le tenían por loco quienes le veían bailar con una escoba. Quienes así le juzgaban no sabían que había amado, en toda su vida, con verdadera locura a una sola mujer y no había conocido la dicha de ser correspondido. Bailó una sola vez con ella y el recuerdo de este baile sigue vivo en él todo el tiempo. Quienes le veían desde fuera no podían escuchar con cuanto amor, con cuanta pasión él le hablaba:
    —Me encanta bailar contigo este tango, Margot. Te amo con toda mi alma. Tú has embellecido mi anodina existencia.
  • MORALEJA: Hay personas que solo pueden seguir manteniendo sus ganas de vivir alimentándose con los únicos recuerdos realmente hermosos que poseen.