PEDIR DESEOS (Microrrelato)

Desayunos-Caseros-Rodeiramar2A

PEDIR DESEOS 

        Anoche, alrededor de las once, vi caer una estrella y, como me habían enseñado de niño, me apresuré a formular un deseo. Aguanté despierto hasta las dos de la madrugada y como mi deseo no se cumplía y yo estaba muerto de sueño me acosté decepcionado.

        Pero esta mañana, temprano, sonó el timbre de la puerta, abrí y allí estaba ella.

       —¿Has tardado mucho en venir? —le dije con mi mejor sonrisa.

       —Se me estropeó el coche y a las once de la noche no funcionan más los autobuses —explicó disculpándose.

       —Entra, en un instante preparo desayuno para los dos.

      A los que formulen deseos cuando caen estrellas, les recomiendo que tengan paciencia, porque aunque tarden un poco, a menudo esos deseos terminan cumpliéndose. Y no cuento más porque ella acaba de gritarme desde el comedor, que tiene mucha hambre. ¡Ah, la impaciencia! La impaciencia es fácil de perdonar cuando se quiere de veras a la persona que nos la demuestra.

 

Read more